Los posicionadores de trabajo colocan los objetos en el lugar y el momento adecuados para el trabajador. La mejora de la ergonomía aumenta la productividad y reduce el despilfarro y el riesgo de lesiones, lo que beneficia tanto al empresario como al trabajador. A medida que la población activa envejece y la obesidad se hace más prevalente, soluciones como éstas serán cada vez más importantes para su rentabilidad.
«En términos más generales, si se quiere conseguir un funcionamiento ajustado, hay que tener una buena ergonomía, porque los problemas ergonómicos provocan cuellos de botella en la producción», observa Stefan Petersson, director de mercado de Marco. Por desgracia, no se puede esperar superar el problema eliminando a las personas del sistema. «Muchas tareas no pueden automatizarse eficazmente», afirma.
Cómo especificar el equipo
«La forma más fácil de empezar es hacerse preguntas básicas sobre su problema de posicionamiento», prosigue Petersson. «Tamaño, peso, altura a elevar y frecuencia son los parámetros clave. Con esa información, un buen proveedor puede determinar la solución adecuada para su operación.»
Los posicionadores de trabajo Marco elevan cargas de hasta 3000 kg de forma rápida y segura hasta 1100 mm. Esta solución probada, fiable y rentable está respaldada por una amplia gama de accesorios, y viene con la garantía de cumplimiento de la norma EN 1570-1. Su construcción robusta garantiza una larga vida útil con un coste total de propiedad muy atractivo.