Al actualizar edificios históricos con una arquitectura excepcional hay que tener cuidado de mantener la forma y la función del original. El escenario nacional sueco de teatro hablado, conocido comúnmente como “Dramaten”, utiliza mesas elevadoras ocultas e instaladas por expertos para aumentar la seguridad, la logística y la flexibilidad para todos.
El Teatro Real Dramático, fundado en 1788, es el escenario nacional de Suecia para el drama hablado. Cada año se representan unos mil espectáculos en cualquiera de los cinco escenarios del teatro. El Dramaten es conocido por su extraordinaria arquitectura y en él se formaron muchos actores famosos: Greta Garbo, Max von Sydow e Ingrid Bergman, por nombrar algunos.
“No puedes evitar sentirte atraído por el entorno y se nota que el lugar es de gran importancia”, dice Daniel Boll, que gestiona la maquinaria del Teatro Real Dramático. “Hay que ser consciente de la historia y actuar con cautela al actualizar o realizar cambios en edificios históricos. Nuestra misión es siempre actualizar y perfeccionar con seguridad sin perder la tradición, el estilo o la identidad de la arquitectura original”, afirma claramente Daniel.
Uno de esos proyectos, con muchos aspectos a tener en cuenta, fue cuando Dramaten se propuso conseguir una solución eficaz de elevación y carga sin afectar negativamente al edificio ni a su presentación visual. Afortunadamente, con mesas elevadoras de primera clase y la ayuda de los expertos de Marco, se pudo conseguir. La solución final es tan emocionante como impresionante.
Una solución invisible con un agujero gigante en la pared
Mover la escenografía y el atrezzo teatral nunca fue un problema cuando todo se construía junto al escenario y podía transportarse fácilmente por partes. Hoy en día, satisfacer las necesidades de una producción teatral de talla mundial, con múltiples escenarios, es algo más complicado. Las producciones necesitan una gran variedad de elementos de atrezo y otros materiales que se fabrican en otros lugares, y las piezas suelen ser demasiado grandes para el transporte convencional, por no decir que caben por una puerta normal. Para acomodar la solución de elevación y no perturbar la experiencia visual, se recortó cuidadosamente un enorme trozo de la pared exterior y se montó sobre bisagras. Una tarea única y compleja, y ahora, una vez terminada, arquitectos y urbanistas viajan desde muy lejos para presenciar la impresionante solución.
Una solución segura para todos
La seguridad es siempre una prioridad máxima, pero aún más con un proyecto que se extiende hasta la calle. Si alguno de los bordes sobresaliera demasiado, alguien podría tropezar o, peor aún, aunque no esté permitido, caerse con su patinete eléctrico. Por tanto, la solución debía estar completamente nivelada y, al ser visible desde el exterior, quedar totalmente oculta cuando no se utilizara, para no alterar el atractivo visual del edificio. Se llevó a cabo una exhaustiva evaluación de riesgos para el personal, los proveedores y el público en general a pie de calle. Además de las tolerancias extremadamente estrictas de la mesa elevadora para garantizar un pavimento sin huecos, las puertas del nivel superior sólo pueden abrirse cuando la mesa está en la posición correcta y todas las puertas de seguridad están cerradas.
“Gracias a una gran colaboración con Marco, hemos creado una solución de elevación infalible y eficaz que protege a todos en el teatro, tanto a los contratistas como al público en general. La seguridad es lo primero, siempre, incluso cuando se trabaja con arquitectura de talla mundial”, añade Daniel.
Etapas más flexibles y mirando al futuro
Aunque las mesas elevadoras suelen asociarse a la elevación eficaz y segura, también tienen otros muchos usos y ventajas. Los escenarios de los Teatros Dramáticos Reales también utilizan mesas elevadoras para añadir flexibilidad a sus producciones. “Por ejemplo, si sólo tenemos unas pocas personas en el escenario, podemos bajarlo y colocar sillas sobre él para crear un ambiente más íntimo y atraer a más visitantes al salón. O podemos crear un escenario más grande o incluso espacio para un foso de orquesta. En resumen, con las mesas elevadoras conseguimos una solución mejor y más flexible”, añade Daniel.
Mirando hacia delante, más allá de la pandemia, Daniel ve un futuro brillante. Dramaten está eufórico por volver a tener visitantes y espera aún más mejoras en el futuro. Incluso cuando se trabaja con arquitectura clásica y se intenta mantener lo antiguo, las soluciones de elevación siempre formarán parte de la cultura, en Dramaten y en otros lugares. “Levantar atrezo, personas y crear ilusiones de ingravidez siempre ha formado parte del teatro, la diferencia es que hoy podemos hacerlo con seguridad y sin comprometer la fidelidad visual”, resume Daniel.