Uno de los principales grupos de supermercados de Europa tiene su propia fábrica de procesado y reenvasado de carne. Una tarea frecuente en la fábrica es transferir piezas de carne grandes, pesadas y de forma incómoda de los carros a las cortadoras. Se trata de una fase dura para los operarios, que tienen que estirarse hacia la parte superior del carro e inclinarse hacia la parte inferior mientras sostienen una carga de hasta 15 kg.
Por tanto, la solución de elevación debe ser segura y ergonómica para los operarios, además de robusta y fiable para mantener los costes bajos. En esta aplicación relacionada con la alimentación, sin embargo, también hay otra exigencia importante: la capacidad de soportar limpiezas frecuentes.
RDL Engineering (Izegem, Bélgica) recomendó e instaló una solución de mesa elevadora de acero inoxidable de VPG. Xavier De Leersnijder, de RDL, explica los estrictos requisitos de higiene: «Las doce mesas elevadoras se limpian a diario a fondo con agua y productos de limpieza. Eso significa que todos los componentes -eléctricos, mecánicos e hidráulicos- tienen que soportar condiciones muy agresivas.»
«Además, el foso donde funcionan las mesas elevadoras también se vacía para limpiarlo a fondo cada semana. Eso significa que las mesas elevadoras no pueden fijarse permanentemente en él. En su lugar, se fijan a unos bastidores especiales diseñados para facilitar la limpieza y evitar que se adhieran restos de comida.»
RDL y su cliente optaron por una solución basada en las mesas elevadoras de acero inoxidable de VPG. «La completa instalación personalizada de VPG ofrecía la fiabilidad, ergonomía y bajo coste de propiedad que exigía el proyecto», continúa Xavier. «También fue fácil incorporar funciones de seguridad, como sensores y controles para garantizar el posicionamiento correcto de las estanterías y las carretillas.»
En palabras de Rutger Clovén, KAM de VPG: «La solución de VPG permite subir y bajar el carro desde el foso en el suelo, por lo que los operarios siempre pueden trabajar en la ventana mágica, a una altura de 700-1100 mm y sin estirarse ni agacharse. Con la espalda y el cuello protegidos, los operarios pueden trabajar más tiempo, de forma más segura y un 40% más rápido. Y con la instalación al alcance de la mano a través del panel de control de fácil acceso».
La fábrica de procesamiento de carne presentaba otro reto: una vez instalada, la solución no podía retirarse para modificarla. «Optamos por construir un prototipo para su aprobación y, a continuación, entregar unidades idénticas en el emplazamiento», explica Xavier. «Probamos y perfeccionamos, y volvimos a probar, hasta que todo estuvo perfecto. Sólo cuando nuestro cliente estuvo totalmente satisfecho, iniciamos la producción en serie». A pesar de todas las pruebas rigurosas, el proyecto duró sólo un año desde el primer contacto hasta la puesta en marcha final».
Rutger Clovén, KAM de VPG, afirma que el proyecto demuestra lo fácil que es personalizar las mesas elevadoras VPG para aplicaciones específicas y exigentes. «Siempre estamos aquí para asesorarle. Pero también ayuda el hecho de que ya incorporamos características como paquetes de alimentación y controles de fácil acceso pero bien protegidos. Fueron importantes para que nuestra solución resistiera lavados repetidos».
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