No siempre es fácil introducir nuevas rutinas cuando los trabajadores se han acostumbrado a una determinada forma de hacer las cosas, especialmente cuando se trata de reuniones o de la falta de ellas. En todo caso, las reuniones son una de las prácticas laborales de las que la gente suele querer menos, y a menudo pueden convertirse en sumideros de tiempo si no se realizan con coherencia y eficacia.
Durante los últimos cuatro años, Flemming Pedersen ha dirigido las reuniones matinales del equipo de VPG y cree de verdad en el concepto lean. “Todos los días a las 08:35. Es una parte natural de mi liderazgo y se ha convertido en parte de nuestra rutina diaria, de la cultura de la empresa y nos ayuda a trabajar bien juntos”, explica Flemming. Y resulta que sus colegas y compañeros parecen estar de acuerdo.
Crear rutinas y resolver problemas
Mikael Vandor, también conocido como Pelle, lleva 34 años en la empresa y escucha atentamente las reuniones matinales. «Antes sólo teníamos reuniones esporádicas hasta que Flemming introdujo la reunión matinal diaria», explica Pelle. «Las reuniones matinales constantes marcan una gran diferencia.
La calidad es una cosa, pero la camaradería que aporta es igualmente importante. Acorta la distancia entre directivos y trabajadores y nos ayuda a resolver los problemas más rápidamente», añade. «Nada está fuera de los límites. Cualquier problema, preocupación o cuestión relacionada con el trabajo se puede plantear y muchas veces uno de los otros operarios tiene una sugerencia y el problema se resuelve enseguida, es muy útil».
Mustaf Maveiki, que se incorporó a VPG en 2018, se hace eco de los sentimientos de Pelle. “Las reuniones matinales significan mucho para mí. Puedo planificar mi trabajo y mi vida fuera del trabajo, ya que siempre sé qué está pasando y cómo nos va”, añade Mustaf.
La idea y el motivo de las reuniones, explica Flemming, es crear un equipo fuerte y fomentar la participación, base de una fuerza de trabajo sana. Nos cuenta que hoy producen más mesas a pesar de contar con menos trabajadores en la línea y que la precisión se ha multiplicado. La eficacia del proceso ha pasado del 55% al 99%. Siguen existiendo oportunidades de crecimiento y mejora, pero a veces están fuera del control de VPG, como la escasez global de componentes y recursos.
“He trabajado en varias empresas a lo largo de los años y a veces se olvidan de que las personas no son robots ni máquinas. Cada trabajador necesita sentirse valorado y tener las herramientas y los requisitos previos para rendir bien y volver a casa sintiéndose satisfecho con su jornada laboral. Mi trabajo es asegurarme de ello”, explica Flemming.
Formar parte de un equipo
Andreas Axmin también aprecia las reuniones matinales y cómo le ayudan a planificar su trabajo. “Sé con mucha antelación cuándo hay periodos de mucho trabajo o más tranquilos, lo que significa que puedo planificar con antelación y realizar tareas de mantenimiento y servicio cuando sea oportuno”, explica. “Me informa del panorama general y de mi papel en él, lo cual es estimulante y me hace sentir parte del equipo”, añade Andreas.
Se puede afirmar con seguridad que las reuniones matinales del equipo Lean no irán a ninguna parte. Si sólo requieren un breve espacio de tiempo y el valor que crean en todas las partes y trabajadores presentes es evidente. “Si no hay nada más, nos divertimos mucho, lo que en sí mismo vale mucho”, concluye Flemming.